jueves, 28 de julio de 2016

MI ALARGAMIENTO DE PENE

Según parece, los administradores de nuestra sanidad planetaria autonómica están pensando en financiar intervenciones quirúrgicas de cambio de sexo.
No sería capaz de discutir la congoja que pueda suponer eso de haber nacido con un “cuerpo equivocado”: no sé del tema. Pero tampoco concibo que ningún cirujano viva a costa de rebanar la entrepierna a esa pobre gente. Se atreven hasta con los niños, incluso antes de que hayan descubierto el disfrute genital, placer que le suprimen de por vida.
Pero a lo que iba. Si uno sólo presenta una vaga equivocación y lo único que quiere es lucir una envidiable bragueta ¿tendrá derechos? ¿estará subvencionada esa sencilla cirugía?
Y, mientras tanto, en nuestros hospitales terciarios se cicatea para establecer unidades de patologías comunes. El usuario debe esperar meses y meses padeciendo por no poderse operar de algo tan frecuente como es una hernia.
¿Conseguirán los TRANS ajustar los índices asistenciales manejados por los avispados gestores?