miércoles, 23 de diciembre de 2015

NAVIDAD, DULCE NAVIDAD

Es Navidad, fiesta antigua. Fiesta en la que la gente pone voluntad de no disfrutar jodiendo al vecino. De no envidiar al de enfrente. De no criticar al amigo cuando no está. De no ponerle la zancadilla al compañero. De no ofender al que está debajo. Vamos, que hacemos el firme propósito de dejar de comportarnos como un atajo de cabrones… por un día, únicamente...
Bueno pues, aunque sólo sea por un día, vale la pena. Incluso teniendo que cenar con el pelma del cuñado, o comer aguantando a los insoportables sobrinitos.
Seguimos imbuidos en la España de siempre: políticos chorizos, directivos inútiles, empresarios ladrones, trabajadores cabreados, y un país arruinado. Así que necesitaremos prolongar el duende navideño una temporadita. O nos iremos todos a hacer puñetas...

sábado, 12 de diciembre de 2015

“QUE INVENTEN ELLOS"

Criticada y poco entendida frase del gran Unamuno. Pensador que conocía España a fondo y sabía de su incapacidad para la Ciencia. Los núcleos científicos siempre estuvieron contaminados por nuestros vicios. Envidia, interés, corporativismo, endogamia, política y masonerías envenenan las universidades y centros de investigación. Sólo algún sabio solitario (Cajal) escapó a la desgracia.
Sugería don Miguel que, dada nuestra insolvencia científica, nos cuidásemos de la Información: de la manera de transmitir y aprovechar lo inventado por “ellos”. Pero la Información también está envilecida. Revistas, Fundaciones de Investigación, editoriales, etc., se manejan de forma siniestra en España (y en el mundo). La sociedad no puede aprovechar los avances de la Ciencia debido a que el mafioso autoritarismo científico evita y retrasa su divulgación.
Unamuno sugería que el interés por el que nos lleguen los nuevos conocimientos fuera mayor que el de hallar la cuadratura del círculo.

viernes, 4 de diciembre de 2015

CINCUENTA AÑOS NO ES NADA

…En los años 60 del siglo pasado, cualquier taxista presumía de tener un hijo cirujano en La Paz y una hija que estudiaba Física Cuántica en Múnich; además, el propio taxista cultivaba lechugas y tomates en el huerto que había heredado de sus padres en el pueblo…
MANUEL VICENT

Es lo que nos cuenta el autor de la cita, conocido escritor arrimado más bien a la “progresía”, en una de sus últimas novelas.
Por aquella época, el pequeño generalote que mandaba en nuestro país ordenó que se nos aplicara una ingeniería social que hoy podría calificarse hasta de izquierdas: además de despótica, facilitaba ideales igualitarios. Aunque a mucho clasista le pese, aquella política consiguió que gentes de origen humilde, con esfuerzo y con trabajo, pudieran ascender hacia una clase media dominante. Incluso uno de los taxistas pudo, años después, presumir de que una de sus nietas se calzase al jefe del Estado al que complació de tal modo que la hizo su reina (y de paso, la de todos).
Sin embargo, España volvió a involucionar. Hoy, la ingeniería social (eso que también podríamos denominar totalitarismo) nos ha llevado a que un tipejo, nieto de un forajido e hijo de un terrorista, pueda aspirar al puesto de Primer Ministro. El bicho, convertido en adalid  de los perroflautas, ya tiene a sus compinches disfrutando de cotas de Poder, a los cuales ya estamos soportando en diversas administraciones.
¡Vamos mejorando! ¡Al paso del cangrejo! …