jueves, 26 de febrero de 2015

LAS HISTORIAS DE LA PUTA MILI

Los de mi época perdimos estúpidamente un año militando en aquel caduco e inoperante ejército franquista. Pero nos sirvió de experiencia sociológica: conocimos a fondo a la chusma española, esa con la que íbamos a convivir durante el resto de nuestra vida.
Sargentos chusqueros mandaban sin orden ni conocimiento. La parte mojigata de la soldadesca les obedecía. Los más se escaqueaban. Y los sensatos acababan haciendo lo que les salía del arco del triunfo. Gracias a estos últimos, la cosa iba adelante. Aquella tropa era la anarquía que mejor funcionaba por entonces.
Hoy, los diversos ámbitos de nuestra administración son gestionados por elementos procedentes de mundos endogámicos (político, familiar, masónico). Y la empresa privada española se hunde promocionando a ambiciosos lamedores.
La escueta parte del pueblo que sabe lo que ha de hacer y lo hace, que no se escaquea y tiene iniciativa, son los que hacen funcionar el sistema.
Pero los nuevos chusqueros están convencidos de que el mérito es de ellos.

jueves, 19 de febrero de 2015

ZAPARRASTROSOS

El hábito no hace al monje
(Proverbio español)

No estoy de acuerdo. La pinta lo dice todo.
Hace años llegaron desde Suresnes unos zaparrastrosos de trenca aceitosa, chaqueta de pana y morral a mimetizarse con el pueblo llano. Conseguido el Poder, el uno se cambió pana por Loden, saqueó Galerías Preciados, se la  adjudicó a su testaferro que la revendió a los dos días por 30 veces lo pagado. Su vice montó despacho en Sevilla para cazar mordidas; lo echaron. Su otro vice, también despedido por robar, atracaba en bancos hasta hace nada. Y es que la pinta de muerto de hambre manifiesta que, en cuanto se pueda, se va a pillar.
Diremos que los enchaquetados de cuello duro tampoco son garantía de honradez. Ni mucho menos, como comprobamos día a día.
Hoy, nuevos zaparrastrosos de imagen pasada y ridícula nos manifiestan que vienen dispuestos a jurar (cual Escarlata ante Tara) que nunca más pasarán hambre. Y cuando palpan poder, aquí o fuera, ya están trincando. Y es que se les ve… la cola.

jueves, 12 de febrero de 2015

OXÍMORON

El oxímoron es una figura retórica, combinación entre la ironía y la contradicción que, aplicando dos conceptos de significado opuesto en una sola expresión, genera un tercer concepto.
Silencio elocuente, cuerdo loco, vivo sin vivir, secreto a voces, prohibido prohibir, calificado como incalificable… Diversos son los tipos de oxímoron utilizados por poetas y pensadores.
Lo “calificado como incalificable”, mi oxímoron favorito,  permite juzgar algo como absurdo, bochornoso, canalla, cochino, degradante, desatinado, deshonroso, despreciable, escandaloso, grosero, humillante, ignominioso, imperdonable, inadmisible, inaudito, inconcebible, increíble, indecente, indecoroso, indigno, injusto, infame, injurioso, inmoral, innoble, insensato, insólito, insultante, intolerable, irrazonable, miserable, mezquino, ofensivo, pasmoso, perverso, puerco, rastrero, ridículo, ruin, vergonzoso, vil, vejatorio, o más...
Incalificable es gran cosa de lo que hoy nos rodea.

jueves, 5 de febrero de 2015

DE VUELTA A LAS ANDADAS

El pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla.
MARCO TULIO CICERÓN

    Aquel régimen republicano que tras la cobarde huida del borbón de entonces surgió en la España de los años 30 del siglo pasado, se convirtió gracias a la ineptitud de sus políticos (derechas e izquierdas), en un totalitarismo estalinista manejado por pistoleros.
    La inestabilidad en el empleo, la arbitrariedad y codicia de patronos, la explotación laboral, llevaron a que de enero a julio de 1936 se consumaran casi 400 asesinatos motivados por venganzas (la mayoría de obreros a patronos y viceversa). Situación que desembocó en una guerra civil y en 40 años de dictadura.
    El problema de la España de hoy vuelve a ser el egoísmo y la avaricia de los patronos. Y la gran incompetencia de muchos de sus políticos.
    Espabilemos. No permitamos que se repita la Historia. No volvamos a otorgarle el poder a majaderos.