viernes, 27 de diciembre de 2013

UN SER PERFECTO

AQUÍ REPOSAN LOS RESTOS DE UN SER
QUE POSEYÓ LA BELLEZA SIN LA VANIDAD,
LA FUERZA SIN LA INSOLENCIA,
EL VALOR SIN LA FEROCIDAD.
TENÍA LA GRANDEZA DE LOS GRANDES HOMBRES
Y NINGUNO DE SUS DEFECTOS.
Epitafio de Boatswain (perro de Lord Byron)


Epitafio de un ser perfecto, por ello siempre fue perro. El hombre aun no llegó a tal nivel. Cuando lo alcance, será porque haya aparecido un mono superior al Sapiens.

viernes, 20 de diciembre de 2013

LA FELICIDAD Y LA PAZ

… Clinton mintió. Un hombre puede olvidar donde aparcó el coche o donde vive, pero jamás olvidará una mamada… No importa lo mala que haya sido…
BARBARA BUSH (ex-primera dama estadounidense)

La señora del Bush-padre se refería a las trolas que, sobre el asunto de la becaria, nos contaba el sucesor de su cónyuge en la presidencia de USA. Lo que no sabemos es por qué la señora Bush estaba tan segura de lo que decía.
El caso es que si el marido y el hijo de la tal doña Bárbara (e incluso Clinton) se hubieran dedicado a deleitarse más y mejor de sus ocasiones para el placer y la felicidad, quizás el mundo se hubiera podido evitar algunas de las sangrientas guerras que provocaron.
Aprovechemos los momentos de gozo, porque la vida nos puede cambiar de un día para otro. Gustemos de becarias (o becarios) que se ofrezcan. Y de la Navidad (si es que podemos).

jueves, 12 de diciembre de 2013

“MÁS QUE UN CLUB”

El eslogan más que un club se aplicó a un famoso equipo de fútbol para manifestar el talante de sus seguidores y lo que representa socialmente dicho club.
Los hinchas que con fanatismo manifiestan su pasión por un equipo futbolero, o por un artista, o por cualquier torero, demuestran la insatisfacción que tienen consigo mismo. Su necesidad de gloria la adquieren “por poderes”, identificándose con sus héroes. Así, cuanto más importante es un equipo de futbol, más malcontentos le secundan.
Que la gente sea incauta no implica que no sea respetable. Pero es poco decoroso y serio que, sabiendo que el pensamiento no es una actividad sobresaliente en el ambiente futbolero, se maree el espectáculo promocionando desde las camisetas de los jugadores a países considerados como férreas dictaduras en las que rigen las reglas de los beduinos del desierto, donde la mujer debe vestir de espantajo, pudiendo ser apedreada si no se comporta al gusto de su maromo. Lucir el equipamiento futbolero con los logotipos de Catar o de los Emiratos es algo absolutamente comparable a exhibir la esvástica hitleriana. Como nos figuramos que la mayoría de adeptos a esos equipos no simpatizan con el fascismo, la única explicación de su tolerancia a la simbología totalitaria es reconocerse como verdaderos ignorantes. Pero la ignorancia no exime de responsabilidad: Europa pagó cara su vista gorda hacia las salvajadas nazis.
En estos tiempos difíciles es bueno que la gente mantenga ilusión por algo, aunque sea tan irrelevante como el futbol. Pero si el Real Madrid o el Barcelona caracterizan a unos pueblos, hay que afirmar que hoy en día simbolizan, si no el totalitarismo, sí la inopia de sus seguidores. Y las feministas ¿es que no tendrían algo que decir?
Es incomprensible que una sociedad venere a unos imbéciles a los que ve bajar de sus autobuses y, rodeados de niños ilusionados porque les consideran sus ídolos, ellos pasen de largo, estirados y arrogantes, sin tan siquiera mirarles.
Es indignante que se justifique la actitud delictiva de un sinvergüenza al que la ley permite que pague un porcentaje de impuestos menor que cualquiera de nosotros, y encima tenga la desfachatez de robarnos a todos, practicando impunemente el fraude fiscal. Ése y su familia deberían estar ya en la cárcel, como Al Capone.
Los grandes equipos viven, en gran parte, a costa de lo se le sustrae al ciudadano a través de las televisiones. Sus seguidores se extienden por toda España y parte del extranjero. Si hay que participar en competición oficial contra el equipo de Segunda de una ciudad provinciana, se acude con las primeras figuras, no con los reservas. En sus sueldos entra jugar en Xàtiva o Cartagena, sea con césped natural o artificial.
Sin lugar a dudas, el futbol es un gran espectáculo. Pero ha sido tomado desde las directivas de los clubes por esos empresarios corruptos que cicatean el sueldo de los trabajadores de sus empresas para despilfarrarlo en el equipo. Y consideran a los espectadores como imbéciles. Lo peor de todo es que éstos se dejan.
Si sois aficionados al fútbol, haceos hinchas de clubes modestos. os será más divertido, más barato, y no os tomarán el pelo.

jueves, 5 de diciembre de 2013

LOCUTORAS PETARDAS

Se acabó la emisión del canal público valenciano, acomodo de enchufados, altavoz de los diversos partidos  regentes, sistema de propaganda de lo más gobeliano. Otro abuso del régimen tardofranquista que nos vemos obligados a soportar. Así que nos hemos quedado sin la opción de seleccionar con el mando a distancia a uno de los canales más empalagosos y aburridos que hasta hoy teníamos a mano. Nos satisface el cierre de un ente público que ha sido vehículo para la corrupción y el despilfarro a costa del erario pagado por todos los valencianos.
Estábamos saturados de locutoras con su desagradable voz de pito, o locutores con churresco acento. Todos incapaces de pronunciar las vocales abiertas del valenciano tradicional, destrozadores del lenguaje (su instrumento de trabajo, no lo olvidemos), desconocedores de la existencia de los signos ortográficos, de los de puntuación, del significado  de cualquier virgulilla. Que hablaban sin separación de frases y a los que no se les llegaba a entender más que alguna palabra suelta. Muchos contratados con calzador para compensar felaciones proporcionadas a políticos u otros mandamases de diverso origen.
También estábamos hastiados del uso del lenguaje, embutiéndonos palabros, engendros, solecismos que ningún valenciano ha pronunciado en su vida, ni lo ha oído a sus antepasados. Y nos daba asco que la pedantería cateta de ideología imperialista catalana considerara como correctos a vocablos de uso habitual en tierras en las que se hablan los otros dialectos del lemosino (en Cataluña, por ejemplo), pero que tomaban como formas incultas a las palabras que aplicamos los del pueblo llano en nuestra Comunidad.
Por culpa de la actitud cicatera de la administración, gestores y directivos de servicios públicos esenciales (sanidad, educación, orden público) debían estrujarse el cerebro para proporcionar las prestaciones de forma adecuada. Mientras, la televisión despilfarraba a raudales dando promoción a busconas, afeminados, cornudos, canallas y bolleras, en aquel asqueroso programa tombolero, pionero de un tipo de telebasura que, con el tiempo, ha sido tan imitado.
El canal nou no representa ni a la cultura ni a la lengua valenciana. Representa a los pedantes ideológicos que se hicieron los amos de ese medio de comunicación. Esos memos que no nos permiten pronunciar “balonma” (hay que decir handbol, anglicismo total), ni “pues” (dicen donçs, francés puro), ni “entonçes" (a les hores, cursilada delatora), y otras chorradas.
La izquierda progre e incompetente, tras innúmeras peticiones de supresión de la cadena televisiva, ahora se opone a su cierre, demostrando la falta de claridad en las ideas, su actitud demagógica, y su único interés en meter follón. Sentimos que profesionales competentes hayan perdido su puesto de trabajo (técnicos, actores, periodistas, etcétera). Pero nos alegramos de que una caterva de mamones se hayan quedado sin su mamandurria. Deseo que los primeros reencuentren pronto acomodo en televisiones serias, de mantenimiento privado. Y que los segundos dejen de protestar por el cierre de una televisión que no era nuestra, era de ellos. Canal 9 acabó como se merecía.

Esperamos que a esta quiebra siga la de autonomías, sindicatos, partidos políticos y demás entidades asentadas mayormente sobre el latrocinio.