viernes, 25 de enero de 2013

ANARQUISMO


El anarquismo no sólo es posible, sino que es necesario tanto para el progreso interno de la ciencia como para el desarrollo de la cultura en su conjunto.
PAUL FEYERABEND

Desde luego, porque si Miguelón de Atapuerca hubiera sido sumiso, y no se hubiera atrevido a decir que “no”, todos los españoles seguiríamos siendo ahora Atapuercensis. ¡Y vaya la pinta que se nos hubiera quedado!

viernes, 18 de enero de 2013

LOS NUEVOS FARISEOS


Los fariseos, guardianes del Templo, pretenciosos y engreídos, se creían los primeros ante Dios. Actitud típicamente clerical. Por un ultraje, se rasgaban las vestiduras. Hoy, nuevos fariseos creen que sólo ellos tienen ombligo.
Rasgan sus vestiduras millonarios mercaderes del mundo de la cultura, reyes del subsidio, porque su negocio pagará los mismos impuestos que los demás mortales.
Políticos y banqueros, tras arruinarnos, litigan para cobrar ilícitas indemnizaciones. Mientras, se viola el compromiso de sueldo a trabajadores del Estado.
Y la ciencia, consumidora de becas y subvenciones para descubrir la nada. En sus obras faraónicas sólo investigan amigos del clan.  Rasgándose las vestiduras si alguien critica las mordidas destinadas a sus mármoles.
A limpiadoras, albañiles o conserjes, no les llegará para educar a sus hijos. Pero trabajarán meses gratis para mantener tales pajarracos.
De siempre, rasgarse las vestiduras sólo manifestó que se posee ropa de sobra.


viernes, 11 de enero de 2013

LA EXPIRACIÓN DE CLAUDIO


… Éstas fueron las últimas palabras oídas entre los vivos a Claudio (a la vez que emitía un ruido más fuerte por esa parte con la que mejor hablaba): “¡Pobre de mí, me he cagado, creo!”
Si lo hizo, no lo sé; lo cierto es que lo dejó todo lleno de mierda…
LUCIO ANNEO SÉNECA

Este escatológico fragmento de la sátira “Apocolocintosis” escrita por Séneca (en latín), denota el carácter subversivo de su autor. Porque el tal Claudio, antes de morir cagándose, era el hombre más poderoso del universo conocido.
Claudio, tras suceder a su sobrino Calígula, se convirtió en el emperador de los romanos. Y, después de que ese par de idiotas ocuparan el trono, Séneca creyó que las cosas mejorarían con el reinado de su pupilo Nerón. Pues nada más lejos: Séneca y los romanos se  tuvieron que tragar a otro psicópata.
A los españoles nos ha pasado lo mismo. A las boñigas que soltaron los sociatas se les han juntado las  que están largando los peperos. Y estamos de porquería hasta las cejas.